Informante: Amador
Localización: Úbeda y Torreperogil

Las historias, cuentos y romances en los que el protagonista masculino o femenino, se viste imitando al sexo opuesto para así, mediante este ardid, conseguir sus propósitos son bastante frecuentes no sólo en nuestro folklore, sino también en otras culturas: Egisto se viste de mujer y tras seducir a Clitemnestra mata a su esposo Agamenón según nos cuenta la mitología griega, los personajes de Las Mil y Una Noches echan mano de este recurso a menudo…

Por citar algunos, he aquí varios cancioneros en los que aparecen versiones de este romance:

  • M. García Matos: Cancionero Popular de la provincia de Madrid.
  • Agapito Marazuela: Cancionero segoviano.
  • Cossío y Maza Solano: Cancionero popular de la montaña.

El análisis de las actitudes comentadas se describe en otro lugar de este álbum, aunque aquí volvamos a destacar la carga de elementos contraculturales que se encuentran en el diálogo: travestismo, intriga alevosa… que dan un especial carácter truculento a este tipo de composiciones.

En la grabación del romance colaboró decisivamente el folklorista segoviano Ismael, quien se acompañó de una zanfona del siglo XVII además de prestar la voz a uno de los personajes de la historia.

Romance de Marianica
Tengo yo una apuesta, madre,
y la tengo que ganar,
de dormir con Marianica
antes del gallo cantar.
— Para qué te apuestas, hijo,
lo que no puedes ganar.
– Madre, déjeme usted solo,
que algo se me ocurrirá.
— Déme usted una enagua blanca
y un vestido de percal,
que a la calle de Mariana
yo me voy a pasear.
En cuanto le vio Mariana
desde el balcón donde está,
¿quién es esa señorita
que tan bien vestida va?
— Señora, soy tejedora
del otro lado del mar,
que traigo una tela unida
y otra tengo en el telar.
— Esta noche, tejedora,
conmigo te quedarás,
que el andar de noche, sola,
en mujer parece mal.
— No señora, no me quedo,
que no me puedo quedar,
que «tié»15 usted muchos criados
y ellos me querrán forzar.
— Esta noche, tejedora,
conmigo te acostarás,
ya se fueron a la cama,
ya se fueron a acostar.
Antes de cantar el gallo
se oye a Mariana llorar,
la tejedora de noche
tejedor se ha vuelto ya.

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