José Nieto Serrano

En Jódar, el bullicio en la calle que anuncia la Navidad  no  lo originaba solo el trajín de los comercios llenos de parroquianos, que también eh, sino que ya venía  marcado por los acontecimientos que regulan la vida de la comunidad, ordenando el tiempo y señalando los  hitos que lo organizan y, aunque no coincidan de manera exacta, sí es cierto que el calendario litúrgico y el calendario del pueblo tienen más puntos de encuentro que divergencias, produciéndose una influencia mutua a la hora de establecerse el calendario festivo, bien cristianizando antiguos ritos paganos o viceversa.

El comienzo del tiempo de Adviento, que inicia el calendario litúrgico cristiano desde el domingo más próximo a la festividad de San Andrés, casi coincide con el comienzo de la recolección de la aceituna, tradicionalmente iniciada el día de la Inmaculada, de hecho, ya en el Primer Concilio de Zaragoza (año 380) se recogían  recomendaciones  de  índole religiosa y conducta  a seguir durante este periodo, de tal manera que ese tiempo de preparación para la celebración del nacimiento de Jesús, ese tiempo de esperanza ya marca el inicio del ciclo de celebraciones navideñas junto a la Natividad propiamente dicha,  Pascua,  Inocentes, Reyes Magos, habiendo quien las extiende no solo hasta las Lumbres de San Antón sino a la Candelaria.

El paisaje sonoro de Jódar que con más fuerza ha llegado hasta nosotros, evocado por las personas más añosas, es aquél que envolvía los cantos de los Hermanos de la Aurora , ceremonia que tenía su origen en las misiones del dominico Beato Fray Diego de Cádiz, que en Jódar tenían su punto de partida el día de Santa Lucía (13 diciembre) a partir del cuál, todas las madrugadas hasta el tercer día de Pascua, los dornillos repletos de alfajor y los cuernos de aguardiente arropaban por Andaraje  el canto de estos Auroros galdurienses, que salían a “munir” (convocar, de ahí su nombre) al vecindario para asistir al Rosario de la Aurora. Tras la llegada a la puerta de una casa y después de haber preguntado “¿Se canta o se reza?” por si hubiese luto reciente, las munidas (pues así se denomina tanto a los cantores como a la música que ejecutan) eran entonadas, tanto por los cantores y músicos de la Hermandad como por el vecindario que se iba acumulando alrededor a lo largo de la noche.

Gran parte de los temas navideños en nuestras canciones tradicionales no se basan, como sería lógico, en los textos de la Sagradas Escrituras, en los Evangelios Canónicos, fijados en los concilios de Nicea (325 d.C.) y Laodicea (363 d.C.), sino que, por el contrario, la relación con estos cantos parece mucho más evidente con los llamados Evangelios Apócrifos, aquellos no aceptados como auténticos por la jerarquía de la iglesia católica.  El motivo de este fenómeno puede radicar en la extrema parquedad de los evangelios canónicos al referirse a la infancia de Jesús, a su nacimiento, a las bodas de la Virgen y en general a todo el periodo anterior a la vida pública de Jesús, mientras que la imaginación popular ha creado numerosos romances y villancicos que narran con gran detalle éstos y otros acontecimientos, desde la Anunciación hasta la infancia de Jesús, pasando por las peripecias de la huida a Egipto, milagros y algo tan humano como el sentimiento de celos por parte de San José al conocer el estado de María.

La vitalidad de estos rituales navideños, de los cantos y villancicos a su alrededor, ha sido tal que la incorporación de nuevos materiales musicales, tanto por autores considerados cultos como populares, es constante a lo largo del tiempo en todas las culturas, con aportaciones nuevas a los villancicos tradicionales manteniendo por lo general  tema tradicional, casi siempre  apócrifo, con música de nueva factura, produciéndose en muchos casos la sustitución en la memoria colectiva de los temas  ancestrales por los nuevos, llegando incluso a desarrollar un proceso de “tradicionalización”  de éstos a lo largo de los años. Este es el caso de muchos de los villancicos compuestos por nuestro preceptor y director musical durante los primeros años de existencia de Andaraje, el compositor e intérprete galduriense Jesús Barroso Navarro. Además de su labor como creador de abundante obra de carácter litúrgico y profano, encontró en la música navideña un campo creativo muy cercano a su visión de lo tradicional, la vena popular que lo conectaba de un modo directo a la corriente de lo castizo que halló en la tonadilla y la zarzuela, lo que nos proporcionaba un espacio común de diálogo y conocimiento.

Cuando Jesús se sabía en el ámbito familiar, en su círculo más próximo, con la familia, los amigos, los muchachos de Andaraje…, el instrumento por antonomasia era el acordeón, ideal para ayudarnos a entonar las diferentes cuerdas de voces sin los inconvenientes “de peso” del piano, con el que se auxiliaba en las escasas ocasiones que podíamos ensayar en la habitación que a modo de estudio disponía en su casa. La casualidad aliada con la tecnología han hecho posible poder contar con la colaboración de Jesús Barroso Navarro en la grabación que ahora mismo tienes en tus manos, realizada años después de su fallecimiento: su acordeón interpretado por él mismo durante una navidad de hace muchos, muchos años, casi cuarenta, fue registrado entonces en una grabación doméstica, con la tecnología disponible en la época, sin otro ánimo que salvar el recuerdo de la ocasión; precisamente la evolución de esa tecnología  nos permite hoy recuperar, digitalizar e incorporar como instrumento solista,  este registro en uno de sus villancicos más populares, “Jesusito”, manteniendo de manera intencionada un guiño al sonido característico de aquellas grabaciones de antaño.  Aunque ya participó directamente en la grabación de Las Munidas y el Alabado (“Canciones de Ritual”. Andaraje) dirigiendo el  quinteto de viento y ejecutando la percusión, es un auténtico honor para Andaraje contar con su concurso en “Andaraje en Navidad.” Gracias, maestro.

Gracias también al poliédrico Luis Delgado, etnólogo, musicólogo, compositor  e intérprete por su inestimable colaboración al recoger la voz de Joaquín Díaz, magistral como siempre, en su estudio de Urueña para el tema “Vamos cantando” de Jesús Barroso. La colaboración de ambos sin duda ha hecho mejor el disco y ha prestigiado el trabajo de todos. Gracias, amigos.

En aquel bullicio de mocedad, comenzando los estudios de lo que años después serían nuestras profesiones, y comenzando las primeras reuniones y ensayos de lo que luego sería Andaraje, pero que aún era el coro de la parroquia, uno de los miembros más inquietos era nuestro amigo José Luis López Cuesta. Entusiasta, voluntarioso, disciplinado, responsable ante “compromisos muy serios”, creador de la técnica más novedosa en el toque de castañuelas, alegre, con una capacidad de vocalización pasmosa (todos recordamos aún atónitos su portentoso “riachuelo”) solo comparable a su envidiable afinación y pulcritud en los agudos más escalofriantes, enamorado, desde siempre de la mano de Paula… amigo, en fin.

Dos proyectos lo animaron hasta el final y quedaron inconclusos: el primero es el guión de su ópera prima cinematográfica (“La película de José Luis”) que mantuvo desarrollado y casi finalizado in mente, pero quedó sin pasar a papel; y el segundo, grabar un disco de villancicos. Incluso en sus cuarenta y un años de receso en el grupo, nunca olvidó el empeño, ni se dio por satisfecho con las explicaciones que le ofrecíamos sobre el hecho de que en el resto de la discografía de Andaraje, ya abundaban los registros de tema navideño e incluso existía un disco recopilatorio de villancicos que incluía a Andaraje (“Navidad Tradicional española.” Sonifolk, 1995). No, quería un disco únicamente dedicados a villancicos tradicionales de Jódar, incluido “Jesusito.”

ANDARAJE son: José Nieto (Guitarra, voz, percusiones), Jesús Barroso (Guitarras, mandolina, bajo, voz y percusiones), Petri Blanco (Voz y percusiones), María José Cejudo (Voz y percusiones), Carmen Tizón (Voz y percusiones), Guillermo Barroso Torres (saxos barítono y soprano), Guillermo Barroso Cejudo (saxo tenor y clarinete).

Gracias muy especiales a JOAQUÍN DÍAZ, por su voz, y a LUCÍA CABRERA SUÁREZ, que tocó la flauta, ambos en “Vamos cantando”

Índice

Munidas

La anunciación

Los celos de San José

A las ibas y venidas

La Paloma Blanca

Vamos cantando

La huida a Egipto

La Virgen y el ciego

San José, como es viejo

Sopas le dieron al Niño

Coplas de borrachos / A María Zambullo

Tan, tararán, tan, tan

Jesusito

La Virgen camino del Calvario

Romance de los Reyes Magos

Un Niño nos ha nacido

Todos los temas son tradicionales, excepto 6, 13 y 16 (J. Barroso Navarro).

Grabado y mezclado por Miguel Ángel Barroso Olmos, en JUNO SONIDO, Gines (Sevilla), en el verano de 2018.

Recopilación y textos José Nieto. Dirección musical y arreglos Jesús Barroso. 

Diseño cubiertas I. Alcalá.

Es una producción de ANDARAJE A.C. y el Ayuntamiento de Jódar.