Informante: Estrella Guerrero Collado
Localización: Huesa
Mayos a lo divino
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Pido permiso a mi Dios
y a la Virgen Soberana que me dé fuerza y valor para poder dibujarla. ¿Por dónde «emprincipiaremos» a dibujar tu salero? Principiaré por los pies, por la corona y pelo; esas cejas arqueadas que te caen por la frente, eres pura y concebida madre de los inocentes. Tus ojos son dos luceros que están puestos en el altar. Eres pura y concebida madre de la Trinidad. Tu nariz, pluma cortada, los agujeros, tinteros donde moja Jesucristo para escribir al Imperio. Tus mejillas son dos rosas que están puestas en el altar, eres pura y concebida, Madre de la Trinidad. También tienes dos oídos para que con ellos puedas oir misas y sermones, y otras más cosillas buenas. |
Tu boca es un sepulcro
y los dientes son las velas que le alumbran a Jesús la noche de las tinieblas. Esa garganta preciosa con ese collar de perlas, eres pura y concebida Madre del Cielo y la Tierra. Tus pechos son las dos fuentes de las aguas cristalinas que le dieron de beber al Redentor de la vida. Tu vientre es una vidriera hecha de fino cristal, donde toma carne humana su Divina Majestad. Tus piernas son dos columnas que mantienen al Imperio, eres pura y concebida madre del Dios verdadero. Diez dedos tienen los pies y diez en las manos, veinte. Eres pura y concebida madre de los inocentes. Ya te encuentro dibujada, señora carmelitana. Tú me das tu escapulario y yo te daré mi alma. |
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