Informantes: Apolonio Siles y Alejandra Tormes
Localización: Los Villares.

Casi con toda seguridad, las coplillas que hemos agrupado para confeccionar este tema son versiones popularizadas de antiguos «couplés» entonados en los cafés cantantes y salas frívolas de principio de siglo en adelante.

No obstante, Michel Benet, pseudónimo literario de Marie Bobillier, les supone un origen mucho más antiguo, que se remonta a la Edad Media francesa en que los inmediatos sucesores de los galos cantaban una interminable sucesión de «chansons» de carácter bélico y erótico, así como exaltadoras de la buena mesa.

Con la Revolución y el Imperio se amplió tan nutrido repertorio, saltando luego a los escenarios de todo el mundo.

La Mistinguette, Chevalier, Josefina Baker, La Fornarina, La Chelito, Raquel Meller, Amalia Molina y una interminable lista que se prolonga hasta hoy han sido sus más importantes representantes en los últimos decenios.

Coplas picarescas
Hoy ha habido ya tres bodas
según dice el sacristán,
esta noche hay en el pueblo
movimiento general.
Y los periódicos dicen
que la mujer y el chófer
han llegado con el auto
roto de tanto… correr.
Mi primo Gaspar
se quiso casar
con una mujer
que era bruta:
acuéstate tú
primero que yo,
desnuda
te quiero ver toda.
Eso son lentejas,
eso son lentejas,
si quieres las comes,
y si no las dejas.
Que te tumbo, niña,
que te tumbo.
Que te tumbo
que te tumbaré.
Y me dice
la muy sinvergüenza:
no me tumbes,
que yo me echaré.
¿Qué es lo que me metes
que tanto me agrada?
Es un capuchino
con pelo de barba.
Sácala un poquito
que la quiero ver:
¡Ay que rebonita
vuélvela a meter!

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