Informante: Antonia Mulero
Localización: Génave


Para estas canciones infantiles podemos aplicar todo lo dicho en referencia a las coplas de corro.
En una primera lectura, más superficial, nos encontramos ante una canción de las que sirven de soporte para jugar, normalmente de manera participativa, en una combinación de canto y juego comunitario.
No obstante, sería erróneo perder la otra perspectiva para su análisis; la utilización de figuras de aparición constante en la literatura oral y de inequívoco significado sexual como «regar el jardín», «picar un bicho», así como el recurso último a la utilización del sublimado (en realidad, una familia de compuestos a base de mercurio utilizados durante largo tiempo como único remedio para determinadas enfermedades de transmisión sexual) muestran una segunda intencionalidad y clara advertencia a muchachas «tan descuidadas» para prevenirlas contra la aparición de ese mal «que nunca se quita».
Finalmente, hemos de decir, que «la vieja» protagonista de la historia en todas las demás versiones de la canción que conocemos, en realidad es una niña; alguien, en algún momento, debió pensar que este tipo de enfermedades eran más propias de la edad adulta que de la adolescencia.

 

Coplas de columpio

Una vieja regando
su, su, surusu
su huertecito
en la oreja derecha
le, le, lerele
le pica un grillo.
Si la vieja no fuera
tan, tan, tarantan
tan descuidada
en la oreja derecha
no, no, norono
no le picara.
El doctor que la ha visto
le, le, lerele
le ha recetado
que se unte la oreja
con, con, coroncon
con sublimado.
Que no vaya ni venga
le, le, lerele
a la botica
que ese mal que tú tienes
no, no, norono
nunca se quita.

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